Esta obra la había empezado hace más de un año, incluso haciendo el depredador.
Como todas mis esculturas, las piezas son recicladas y metálicas. Hay herramientas de trabajo y cubiertos de cocina, no pueden faltar.
También es la primera vez que le doy brillo a una obra, le puse barniz, para que en el video resalten más los brillos del metal, lo que más quiero es conservarla por eso la protegí tanto también.
Siempre supe que iba a tener alas pero se modificó la idea, yo quería que las personas participaran con la causa, entonces empecé a pedir cucharas pero no resultó.
La participación surgió más tarde con el video, entonces reemplacé las cucharas por hojitas que hice de chapas, están sueltas y se mueven, es la primera vez que hago que una escultura con algún movimiento.
Está obra es diferente a las demás, es más sensible, todas son diferentes y únicas, pero esta tiene esas hojas con un sonido particular que se escuchó en el video.
Nunca había pensado en eso, no estaba planeado, los chicos de Palpitando Gestión Cultural lo captaron y surgió para el video.
En ellas están escritos los nombres de las personas que participaron, quiero que estén siempre presentes, yo valoré mucho eso.
Con las alas, imaginé un ángel, que no tiene género, pensé en las personas que murieron, que están en el cielo por estos temas.
El ángel está levantando a esa persona que estaba en el suelo, de rodillas y se está poniendo de pie.
Por eso la postura de las piernas, por eso rompe las cadenas, porque es una liberación de muchos años atrás. de esas presiones sociales, por eso mira para arriba y se saca las vendas.
Sabía desde el principio que esta escultura estaría relacionada con la violencia.
En ese momento tomé consciencia de la cantidad de personas que sufría, pero últimamente fue mucho más, en realidad, siempre pasó pero ahora se conoce más.
La violencia afecta de infinitas maneras que hasta desconocemos. Aveces nosotros mismos la hacemos y no sólo es pegar o matar, también hay una que no se ve a simple vista. La violencia ataca desde los bebés hasta los abuelos.
Uno aveces escucha pero no se va metiendo mucho en el tema, hasta que algo te hace clic. Me pasó un día cuando vi a una mujer que le pegaba a un nenito y lo levantaba del brazo, uno correjía a sus hijos con algún grito pero a ese extremo no! Me quede asombrado.
La escultura tiene una rosa, siento como que tiene algo por dentro y es la comunicación del corazón a la cabeza, eso representa la rosa.
Pareciera que hay una desconexión del corazón a la cabeza, por ejemplo, la mujer sentía golpes y decía, me hizo un moretón y ya está, o me empujó y ya está, pero creo no es así. Debe pensar que hay una confusión, como dice el video, eso no es amor. Entonces si el corazón escuchara más a la cabeza se estaría sacando esa venda de los ojos y de la boca.
Y si todos conectáramos más el corazón con la mente, que aprende sobre la violencia, nos daríamos cuenta del daño que le hacemos al otro y a nosotros mismos. Por eso entendí la participación de hombres en el video y más aún de los niños, los tenemos que educar desde chiquitos.
Es la primera vez que hacemos un vídeo tan elaborado, fue pensado para la sociedad, la obra y el video fueron pensados para la gente.
Muchos me escribiero diciéndome que el mensaje estaba claro, que les gustó, me felicitaron por la escultura pero llegó el mensaje, se quedaron con eso y es lo que más importa.
El video lo hicieron los chicos de Palpitando Gestión Cultural, agradezco también la difusión que hicieron por mi trabajo siempre y por esta obra en particular.
Usaron celulares y una camarita chiquita, hicieron la música también y la verdad quedó muy bueno.
Me llamó la atención como decidieron empezar con oscuridad. Claro! con los ojos y la boca vendados la persona está en oscuridad.
Después, cuando con las manos el robot se saca las vendas le da vida, me pidieron que desoldara los brazos para hacer ese efecto y el resultado me encantó. No me costó nada hacer eso y quedó natural, después lo volví a soldar y listo.
También me sorprendió la gente, como lo comunicó a su modo, no están leyendo, se les dio la frase y lo dijeron a su modo. Se notó que había algo más, se comprometieron con el mensaje y había corazón ahí. Es lo que quise expresar con la rosa justamente.
Estuvo muy buena la participación de los niños, de las niñas y de los hombres. Vi como nació de ellos, se ofrecieron, fue un poco todo de casualidad.
Luego el resultado en el video fue muy emotivo para mi, casi 30 personas estuvieron dispuestas a comunicar.
Hubieron otras que por distintos motivos no pudieron, me hubiese gustado que estén, pero se entiende que no se dieron los tiempos o las circunstancias.
No me ofrecí para participar, me lo pidieron los chicos y dije que sí, fue algo nuevo para mí. Creía que con la obra ya estaba mi aporte pero aveces las cosas te sorprenden.
Yo quería tocar, sobretodo, el tema de la violencia hacia las mujeres y decidimos elegir el color violeta en las vendas y quedé muy conforme.
Los chicos hicieron que las telas quedarán fijas y naturales, como las había imaginado.
Quisiera conservarla siempre a esta escultura, llevarla a donde la necesiten, a todos los lugares donde quieran hablar sobre la violencia.
Por eso hice unas hojitas chiquitas con una cintita violeta que quería vender a $20 o $30, para los gastos de combustible y así, poder llevarla a donde la pidan, pero la verdad me arrepentí.
No quiero generar malos entendidos porque jamás lucraría con esto, yo tengo mi propio trabajo, soy herrero, así que por ahora las voy a regalar.
Tienen escrito el número 144, para llamar por asistencia y prevención por violencia de género.
Los viajes los bancaré hasta cuando pueda, luego veremos. Aunque quizás en algún momento pondré una galera o gorrito para que la gente colabore si quiere con lo que pueda para ayudarme con los viaje.
El video y la obra van juntos, quisimos transmitir un mensaje y se da totalmente con ambas cosas.
Se viene otra obra en unos meses y también va a estar relacionada con algún mensaje, así que hasta la próxima.
Ver el video aqui:
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